[Año 2004]
Mientras sus cabellos sueltos se dejaban llevar por el viento, sus ojos oscuros me provocaban seductoramente.
Ella vestia de color azul; en su rostro se notaba el desconcierto. La cita se suponia que era un encuentro cercano con las lineas celestiales, pero mas allá de eso, creo yo, que era el momento preciso donde se cruzarian dos vidas: la de ella y la mía. De modo muy natural acabado el evento intercambiamos datos (entre ellos algún medio para poder contactarla nuevamente) tomo un lapicero y se digno a escribir. Después de algunas semanas volví a tener contacto con ella, de manera virtual pero contacto al fin y al cabo. Solté disparates y ella asintió con el teclado, de hecho creo que de manera "internética" pude percibir que ciertas chispas brotaban.
Visitas repentinas, conversaciones congruentes, risas afables, giros incesantes.
Hasta que un día (y gracias a los avances producto de la evolución del invento de Graham Bell) nos conectamos una vez mas, el soundtrack de la conversación, si mi memoria no llega a fallarme era una de esas canciones que tanto me gustan... y subitamente solté la frase que cambiaria mi vida.
(Ahora entiendo que las personas llegan a nuestras vidas por algo)
Hoy por hoy.. ¡Soy feliz! Tengo 19 años.. en un par de semanas tendre 20, y he descubierto que la felicidad tiene variantes, variables y teoremas distintos; a mi me gusta el mio!
nota final:
manucoƒƒee dice:
te amo
te amo
=D dice:
yo también.
yo también.
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